viernes, 25 de noviembre de 2011

Del por qué de la necesidad de un Estado laico.

(material recopilado y elaborado por Santiago Tricánico

Montevideo-Uruguay)

OPERACION PEZ VOLADOR

En el libro escrito por el escritor peruano,Eric Frattini, “La Santa Alianza Cuatro Siglos de Espionaje”, relata un hecho poco conocido por los habitantes de Argentina. Se trata de la Operación Pez Volador, que permitió a la Junta Militar de la última dictadura , comprar mediante dinero provenientes del Vaticano, los misiles Exocet que utilizara la Fuerza Aérea Argentina.

Frattini sostiene en su libro lo siguiente:

"Desde el 24 de marzo de 1976, cuando una Junta formada por altos cargos del ejército encabezados por el general Jorge Rafael Videla decidieron hacerse con el poder en Argentina, tras derrocar a la presidenta Estela Martínez de Perón, las relaciones entre Buenos Aires y la Santa Sede se estrecharon. Incluso muchos de los comandantes que formaban parte del triunvirato, como el almirante Emilio Massera, tenían importantes conexiones con la logia católica Propaganda Dos (P2) de Licio Gelli.

Gracias a este último, y con la cobertura de agentes liderados por la Santa Sede, Roberto Calvi, canalizaría a través de la compañía Bellatrix, propiedad del Vaticano, millones de dólares procedentes de la Junta Militar argentina para la adquisición de misiles Exocet de fabricación francesa. El nombre de esta operación secreta, "Pez Volador", procedía del nombre dado a este tipo de pez, el Exocoetus, que se desliza rozando la superficie de las olas al igual que el Exocet.

Mientras los militares argentinos intentaban a través de Calvi y los servicios secretos del Vaticano hacerse con el mayor número posible de misiles, la primera ministra Thatcher y el servicio M16 de espionaje británico, intentaban por todos los medios de evitarlo.

"Los argentinos solo tenían una cantidad limitada de de los devastadores misiles. Hicieron esfuerzos desesperados para aumentar el arsenal....Por nuestra parte, nosotros estábamos igualmente desesperados por impedir que lo lograran," afirmaría años después la propia primera ministra Margareth Thatcher. Gran Bretaña no sabía en aquel momento que quienes buscaban los misiles en el mercado negro no eran los argentinos, sino una conspiración orquestada por la logia católica Propaganda Dos, financiada por el Vaticano y ejecutada por agentes de la Santa Alianza.

Al final de la operación "Pez Volador", la compañía financiera perteneciente a la Santa Sede había conseguido canalizar más de setecientos millones de doláres, de los que once millones, acabarían en las cajas del Banco Ambrosiano del Vaticano," sostiene Frattini en su libro. ( Editorial Espasa)


lunes, 21 de noviembre de 2011

Estado Laico - Canadá.

Fuente: Pagina 12, Argentina, Lunes, 21 de noviembre de 2011
Una reconocida socióloga canadiense explica el laicismo y la diversidad cultural en su país

Cómo separar la Iglesia del Estado

De paso por Buenos Aires, Micheline Milot contó cómo la Corte Suprema de Canadá viene marcando límites a los intentos de grupos religiosos de imponer sus ideas. El aborto, el matrimonio igualitario, el velo de las musulmanas, el multiculturalismo.

Por Mariana Carbajal
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La socióloga canadiense Micheline Milot, al hablar sobre “Estado laico, religión y diversidad cultural”.

“Cada vez que existió un intento de la Iglesia Católica de ejercer un poder indebido sobre los individuos en Canadá, las sentencias de la Corte Suprema siempre hicieron recordar que en nombre de la igualdad el Estado debía ser neutro”, destacó la socióloga canadiense Micheline Milot, durante una conferencia que brindó en Buenos Aires sobre “Estado laico, religión y diversidad cultural”, en su país. Profesora en el Departamento de Sociología de la Universidad de Québec, en Montreal, Milot es miembro del grupo Sociedades, Religión y el Laicismo en el Centre National de la Recherche Scientifique de París, y experta en el tema en el Consejo de Europa. Con tono didáctico, dio ejemplos de los límites que viene marcando el tribunal supremo a los intentos de grupos religiosos de imponer sus valores o preceptos morales en políticas públicas. Y despertó en el auditorio un sentimiento, tal vez inesperado para ella: envidia. Además, Milot explicó las razones del éxito del multiculturalismo en Canadá, donde –a diferencia de Francia– a las mujeres musulmanas se les permite llevar el velo islámico en espacios públicos como escuelas y hospitales.

“En Francia la prohibición de llevar símbolos religiosos en espacios públicos se impuso con el argumento de la laicidad y en nombre de la autonomía de la mujer y de su dignidad. En Canadá, en nombre de la autonomía y dignidad, la mujer musulmana tiene derecho a llevar velo. El único lugar donde genera problemas es en Quebec, donde una parte de la población le gustaría importar el modelo francés”, dijo Milot.

¿Por qué ir con el rostro cubierto implica dignidad para una mujer musulmana? –le preguntó Página/12.

En Canadá no hay mujeres que usen la burka como en Afganistán. La mayoría de las inmigrantes musulmanas en Canadá son marroquíes, libanesas. Usan nikad, el velo islámico. Para poder utilizar servicios en una institución pública como hospitales o escuelas tienen que poder ser identificadas, tienen que corrérselo de la cara, pero pueden mostrar su rostro a otra mujer y no necesariamente a un hombre. Pero un médico no tiene derecho a negar la atención a una mujer que no quiere sacarse el velo. Hay también inmigrantes de Arabia Saudita y de Siria, suelen ser muy instruidas, trabajan en bancos, pero no están en contacto con el público, con los clientes. La pregunta que hay que hacer es si el Estado puede tener injerencia en cómo las personas se visten explicó.

En Canadá la respuesta es un rotundo “no”.

Especializada en sociología de la religión, laicismo y multiculturalismo, la investigadora canadiense estuvo en Buenos Aires, y entre otras actividades, dio una conferencia sobre la experiencia canadiense de laicidad y diversidad cultural en el marco de los 40 años del Centro de Estudios e Investigaciones Laborales (CEIL) del Conicet.

En Canadá, contó, están autorizados los matrimonios entre personas del mismo sexo. “Se planteó un problema interesante: los manuales escolares incluían ilustraciones de familias de una mamá y un papá, de dos mamás y de dos papás. Un grupo de padres católicos y protestantes se opusieron a que sus hijos fueran expuestos a tipos de familias contrarias a sus valores religiosos y llegaron a la Corte: sostuvieron que eran demasiado jóvenes para estar expuestos a modelos de familias tan diversos. Pero la Corte rechazó todas las críticas y dijo que no se puede impedir educar en la tolerancia, dado que debemos enseñar a vivir en una sociedad que incluya la diversidad.”

La laicidad es un pilar fundamental de la sociedad en Canadá. Pero el Estado nunca tuvo que conquistar su autonomía de los poderes religiosos, como en México y Uruguay. “Ninguna Constitución en Canadá habló de la relación de las iglesias y el Estado. El Estado nunca tuvo que conquistar su autonomía con respecto a las iglesias porque ninguna Iglesia estaba ligada al Estado”, detalló durante la conferencia. “Québec es la única sociedad francófona y de tradición católica en América del Norte”, apuntó. La primera Constitución de Québec, de 1774, reconoce la libertad de cultos a los británicos. “Fue el primer reconocimiento de este tipo en el Imperio Británico. En esa Constitución no se impone ninguna exigencia religiosa para el acceso a cargos públicos”, indicó. ¿Cómo se instrumenta la laicidad en un país que nunca mencionó en sus instrumentos jurídicos aspectos sobre el concepto de laicidad? “La neutralidad del Estado se logra a partir de la separación del Estado y los grupos religiosos. La neutralidad no es una abstención del Estado sino una intervención que permite que se pueda garantizar los derechos de la laicidad”, señaló la especialista. “No hay una laicidad perfecta o ideal hacia la cual tender como sociedad”, agregó y advirtió que: “El régimen de laicidad tiene que estar constantemente ajustándose frente a nuevas situaciones que surgen en las sociedades”.

Las presiones de los grupos religiosos mayoritarios existen. Pero “la diversidad de grupos religiosos es lo que debilita el poder de cada uno de ellos”, explicó. Los tribunales, contó Milot, funcionan como foros democráticos: de otra forma “las voces de la minoría no podrían ser escuchadas en el foro político. Se trata de una justicia independiente y autónoma que se vuelve un foro donde pueden ser debatidos temas controvertidos para proteger a aquello que Tocqueville llamaba tiranía de las mayorías”, señaló durante la charla.

“Cada vez que existía un intento de la Iglesia Católica de ejercer un poder indebido sobre los individuos, las sentencias de la Corte siempre hicieron recordar que en nombre de la igualdad el Estado debía ser neutro”, subrayó. Canadá se rige por el Derecho de Costumbres, la jurisprudencia tiene casi el poder de las leyes. “En el siglo XVIII y XIX los curas decían en las iglesias por qué partido votar y amenazaban a los fieles con quitarles los documentos y verificaban en el confesionario por quién votaban. Durante el siglo XIX se dictan leyes que penalizan a las personas que quieran influenciar a otras para votar”.

El aborto fue despenalizado en 1988. “Es una cuestión muy importante en Canadá –destacó la experta–. Durante mucho tiempo las mujeres lucharon por ese derecho. Cuando no era legal muchas mujeres morían por abortos clandestinos. Fue determinante la acción de un médico, Morgan Taylor, quien llevó el debate a la Corte Suprema. Durante 30 años trabajó en la apertura de clínicas que hacían abortos en condiciones sanitarias. Fue perseguido por la Justicia. Los cristianos ponían bombas en sus clínicas. Este médico decía que el problema real era que las mujeres morían por las condiciones ilegales del aborto. Planteó que el aborto no era una cuestión ideológica sino de salud pública y la Corte invalidó la penalización del aborto. Pero despenalizar el aborto no es suficiente: es necesario que el Estado otorgue los medios para que todas las mujeres puedan acceder a clínicas de calidad. A partir de esta sentencia todas las mujeres tienen derecho a realizarse un aborto en clínicas de calidad”, explicó. Como consecuencia de despenalización y la legalzación, la mortalidad por abortos se eliminó en Canadá.

–En Argentina grupos religiosos, fundamentalmente católicos, buscan obstruir el acceso a los derechos sexuales y reproductivos y, entre otras acciones, han iniciado demandas en la Justicia para impedir la distribución de anticonceptivos, y presionan para que no se realicen abortos no punibles. ¿Hay acciones similares en Canadá? –le preguntó este diario, al término de la conferencia.

–Los grupos religiosos en todos lados en el mundo, en Canadá como en Argentina, se oponen a la legalización del aborto. Pero lo que hace la diferencia –y he analizado la situación en siete países– es la posición oficial que el primer ministro (o presidente) adopta. La Corte Suprema y el presidente tienen un deber pedagógico con respecto a su país, que no siempre cumplen. El primer ministro en Canadá dijo en TV en el momento que se aprobó el matrimonio homosexual (en 2005) que aunque él había sido criado en la tradición católica y que esa ley no tenía que ver con sus valores, la celebraba porque Canadá no tenía que gobernarse con los valores del primer ministro sino con los valores de la igualdad –ejemplificó Milot.

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martes, 27 de septiembre de 2011

Separación Iglesia-Estado. PUERTO RICO.


Separación de Iglesia y Estado – por  Milton Picón Díaz  ( Primera Parte )

El corriente entendimiento de “separación de iglesia y estado” – que ve el estado como un ente totalmente secular que no puede ser influenciado en forma alguna por valores religiosos, en particular los cristianos-  es algo totalmente ajeno a los primeros 150 años del pensamiento político americano. Claramente los padres fundadores de la nación americana no trataron de excluir todo vestigio de pensamiento, religión o valores de todas las facetas de la vida pública. Todo lo contrario, había una coexistencia cordial hacia el cristianismo y se alentaba su expresión y práctica pública.

¿De dónde sale el concepto moderno separación de iglesia y estado?  No fue hasta el 1947 cuando el Tribunal Supremo de los Estados Unidos utilizó el concepto de “separación”, para isolar la religión del gobierno. En el caso de Everson v. Board of Education, levantó la frase de una carta escrita por el Presidente Thomas Jefferson a una iglesia Bautista en Danburry, Connecticut, para decidir que ni el estado, ni el gobierno federal podría endosar una iglesia, ni podía pasar leyes que apoyaran a una religión, o a todas las religiones, o que prefirieran una sobre otra. Según este dictamen, las palabras de Jefferson en contra del establecimiento de una religión tenía la intención de erigir un muro de separación entre la iglesia y el estado.

De hecho, no hay palabras con más poder en los círculos judiciales, incluyendo las de otros padres fundadores de la nación, que las de Jefferson. La frase “separación de ilglesia y estado” no aparece, ni en la Constitución de los Estados Unidos, ni en su Carta de Derechos. Si aparece en la Constitución de Puerto Rico. Veamos el contexto de la carta de Jefferson. Fue escrita el primero de enero de 1802.  Parte del texto en cuestión lee: “Creyendo como ustedes que la religión es materia que descansa solamente entre el hombre y su Dios, y que este no tiene que rendir cuentas a nadie por su fe y adoración, y que los poderes legislativos del gobierno alcanzan solo acciones y no opiniones, contemplo con soberana reverencia esa ley de todo el pueblo americano que a través de su legislatura ha dicho que no se aprobará ninguna ley con respecto al establecimiento de religión alguna, o que prohiba su libre ejercicio, levantando así un muro de separación entre la iglesia y el estado”. ¿Qué tenía Jefferson en mente aquí? ¿Una barrera impregnable erigida por los fundadores, que excluía los valores religiosos del proceso político? ¿Una enemistad ideológica entre la iglesia y el estado?  No. Jefferson estaba citando la Primera Enmienda que lee: “El Congreso no aprobará ninguna ley con respecto al establecimiento de religión alguna, o que prohiba el libre ejercicio de la misma o que coarte la libertad de palabra o de prensa; o el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y para pedir al gobierno la reparación de agravios”. De la lectura se desprende lo que es obvio. La Primera Enmienda restringe al gobierno, no a sus ciudadanos. El muro lo tiene el gobierno de frente. Cada persona religiosa, cada organización religiosa o cualquier convicción religiosa tiene su lugar protegido en el debate público. Eso tiene un nombre: pluralismo.

La mala interpretación que se ha hecho de la imagen de muro de separación ha obligado al Tribunal a abandonarla. En Wallace v Jaffree  ( 1985 ), el Supremo Federal modificó la metáfora, para aclarar que la Cláusula de No Establecimiento “lejos de ser un muro, es una barrera borrosa, indistinta y variable dependiendo de las circunstancias particulares de la relación que se trate”. Inclusive en affree el Juez Rehnquist escribió se famosa crítica: “La pared de separación entre iglesia y estado es una metáfora basada en mala historia, una metáfora que ha probado ser inútil como una guía de juzgar. Debe ser franca y explícitamente abandonada”.

Pero nótese que no hay dos provisiones distintas en la Primera Enmienda, sino una. La Cláusula del No Establecimiento, no tiene un fin en sí misma. La libertad religiosa y de expresión es la meta, la cláusula es el medio. La única manera de tener libertad religiosa es manteniendo al gobierno fuera de los asuntos de la religión.

Milton Picón Díaz
Pastor Evangélico y
Fundador y Presidente de
Morality in Media de Puerto Rico
P.O. Box 2070
Vega Alta, PR 00692-2070
Tel y Fax (787) 883-3984  Cel (787) 615-0664
Portal Internet: www.moralidad.com 
Correo Electrónico:  piconmilton@yahoo.com

Relaciones entre la Iglesia y el poder político. (DERECHO CANÓNICO)

Relaciones entre la Iglesia y el poder político: entre cesaropapismo y separación.

Escrito por Silvio Cajiao   
Jueves, 08 de Enero de 2009 20:45


Si bien en el ámbito de la teoría se puede llegar a establecer los principios que deben regir las relaciones Iglesia y Estado como relaciones en las que la autonomía de cada una de estas dos entidades se hace necesaria para que el ordenamiento de cada una de ellas en función de los seres humanos, a quienes deben servir, se mantengan en el ámbito de su vigencia, la Iglesia en su misión de ofrecer a los humanos una propuesta de salvación trascendente en Jesucristo y el Estado el de ofrecer un bienestar temporal a todos los ciudadanos, sin embargo la historia nos muestra que la interpretación del poder temporal y el conferido por el Señor a Pedro y sus sucesores ha sufrido las más diversas variantes. Dejemos que la historia como "maestra de la vida" nos enseñe en este breve recorrido por ella.

La edad de los Padres

Podemos fijar como inicio de esta relación Iglesia Estado el Edicto de Milán (313) firmado entre Licinio emperador de Oriente (311-324) y Constantino I emperador de Occidente (306-337) y también de Oriente a partir del 324. Cierto que tal edicto es más una declaración de libertad religiosa para toda confesión, pero en realidad va a ser la Iglesia católica, con el primado del Papa, la que se va a ir imponiendo y se podría decir que tal situación va a cubrir el primer milenio del cristianismo. Por otro lado el protagonismo del emperador, y más tarde el de los príncipes cristianos de los reinos occidentales, daría origen en la Cristiandad a una convivencia no siempre fácil entre el supremo poder eclesiástico y el poder secular.
En efecto, la idea de que la unidad del cristianismo y la unidad del imperio se condicionaban mutuamente tuvo su expresión en que los obispos asumieran funciones estatales en una amplia asimilación de las unidades de organización eclesiástica a las unidades administrativas del imperio romano, así como los privilegios estatales dados a la Iglesia y al clero, o la intervención jurisdiccional del emperador cuando se veía amenazada la ortodoxia, como por ejemplo, contra el arrianismo en el Concilio de Nicea (325). Con la edificación de Constantinopla como "segunda Roma" se daría la teoría de la identificación de estos dos poderes con la idea del emperador como sacerdos imperator mientras que en el imperio romano se establecería la teoría de la diferenciación de poderes.
Desde el punto de vista teológico, será Agustín de Hipona (354-430) el que con su De civitate Dei contribuirá a establecer la superioridad y autonomía de la Iglesia (civitas caelestis) frente al Estado (civitas terrena) en razón de su fin superior contribuyendo con su visión al papalismo medieval o hierocracia.
En este contexto de los siglos IV y V el papa Dámaso (366-384) será el primero en dar el apelativo a la Iglesia romana de la "Sede Apostólica", y su sucesor Siricio (384-389) promulgará la primera decretal dirigida al obispo Himerio de Tarragona (2 de febrero de 385) usando un lenguaje no únicamente pastoral sino de orden legislativo al estilo de los edictos imperiales. El pontificado de León Magno (440-451) revestirá importancia particular para el primado mostrando cómo el Papa es el heredero y vicarius Petri y le compete la sollicitudo sobre todas las iglesias. También en este contexto al Papa Gelasio I (492-496) le tocó asumir el primer Cisma de Acacio dándose así la primera ruptura entre Roma y Constantinopla que duraría 30 años. En este contexto Gelasio dirigió una carta al emperador Anastasio I (491-518) en donde formulaba la doctrina de las "dos espadas" y la superioridad de la potestad espiritual.

Imperio Romano Bárbaro

En este contexto, se delimitará con mayor claridad el territorio e intensidad del ejercicio de tal primado romano en tres ámbitos: el de la Italia "suburbicaria"; el de los reinos occidentales, en los que especialmente por la conversión de los reinos germánicos arrianos, su influjo se ejerce mediante las decretales y se produce el nombramiento de "vicarios apostólicos"; el tercer ámbito, el del oriente, tendrá un signo contrario en cuanto que la guerra gótica traerá como consecuencia que tanto la urbe de Roma como Italia pasaron al dominio del imperio bizantino, habiendo sido expulsados los ostrogodos de Italia y produciéndose cierto distanciamiento de Roma con los reinos occidentales. Al mismo tiempo, se fue fraguando el debilitamiento del imperio romano con la multiplicación de reinos fraccionados y el predominio de los francos con el ascenso de Clodoveo (481-507).
Los visigodos, únicos reyes occidentales arrianos y que consideraban a Bizancio su enemigo, aprovecharon esta distancia y pretendieron ejercer cierta independencia, si bien en el concilio de Toledo del año 589 la nobleza y ocho obispos arrianos aceptan el catolicismo y tales circunstancias trajeron como consecuencia el "Primado de Toledo" y el nombramiento de los obispos por parte del rey, práctica que se extenderá por ciento veinte años y que sumiría en decadencia el catolicismo de esta región destacándose no obstante la figura de Isidoro de Sevilla (600-636). Vendrá luego la invasión árabe (711) y la posterior reconquista de Toledo (1085) y la de Lisboa (1147).
Frente al oriente cristiano, fue un hecho el reconocimiento de la primacía doctrinal del Papa. Si bien las rupturas arrianas, nestorianas y monofisitas habían derivado en iglesias independientes, tanto en las disputas de las dos naturalezas (Calcedonia 451) como en el de las dos voluntades (III Constantinopla 680) las expresiones respectivas habían sido "Pedro ha hablado por boca de León" en el Tomus ad Flavianum, como "Es Pedro quien habla por boca de Agatón", sin embargo es ese mismo concilio el que en su canon 28 desconocía la autoridad de jurisdicción del primado romano sobre el oriente cristiano. No obstante el concilio de Sárdica (343-344) indica cómo un obispo depuesto por un concilio provincial podría recurrir al Papa para que este dirimiera el asunto remitiendo el asunto a los obispos de otra provincia eclesiástica vecina con la posibilidad de que el Papa enviara sacerdotes a tal sínodo. Asunto consignado por Juan Escolástico en la "colección de 50 títulos" lo cual tiene importancia puesto que él llegó a ser patriarca de Constantinopla.
De igual manera, habrá recurso a Roma por la cuestión de los iconoclastas como en la pugna en el siglo IX entre Ignacio y Focio por la sede de Constantinopla, pidiendo al mismo papa Juan VIII (872-882) que dirimiera el asunto como última y definitiva instancia y mediante un concilio, al cual él envió sus legados y dio su asentimiento sobre lo decidido en el mismo. La situación se prolongó hasta el triste desenlace de la excomunión sobre Miguel Cerulario el 16 de julio de 1054 y la levantada contra Roma, aunque felizmente serían desconocidas tanto por Pablo VI como por el patriarca Atenágoras I (7-XII-1965). Pero es necesario registrar los igualmente tristes acontecimientos de la toma y saqueo de Constantinopla por parte de los cruzados en 1204, y las efímeras reconciliaciones logradas en los concilios de Lyon (1274) y Florencia (1438), logradas más por conveniencia de los griegos que buscaban ayuda contra los turcos.

Cristiandad medieval

La navidad del 800, en que Carlomagno es coronado en Roma como emperador, se da inicio al Sacro Imperio Germánico Romano. Este, en efecto, había derrotado a los longobardos y aseguraba así además del reino de los francos el de los germanos. Así los dos poderes serían ejercidos, el espiritual por el Papa y el temporal por el emperador, para que los hombres conquistaran, a través de una armonía en este mundo, el destino eterno, pero el equilibrio de estos dos poderes resultó difícil.
Carlomagno (768-814) consideró que podía intervenir en los asuntos disciplinares eclesiásticos, como en la vida del clero y en las reformas monásticas, al igual que en las doctrinales como la del adopcionismo y la del Filioque del credo; el Papa estaría relegado al servicio litúrgico -así se lo escribió el emperador al Papa León III (795-816)-. Pero la pronta decadencia carolingia, con el paso del siglo noveno, libró al papado de este influjo de modo especial con la actuación del Papa Nicolás I (858-867). Pero la presencia por el sur de los mahometanos y por el norte de hordas escandinavas, así como la anarquía feudal hizo que el consolidado régimen decayera incluso en la disciplina interna de la Iglesia romana. En este contexto se dan las colecciones pseudoisidorianas para librar a la Iglesia de tales males.
El novecientos marca el llamado siglo de hierro, pues el prestigio del pontificado sufrió un duro golpe con la preponderancia de las familias feudales romanas -los Teofilactos, los Crescencios y los Tusculanos- y la deplorable conducta de algunos Papas, sin que esto obste para que algunos monasterios e iglesias se sometan a la autoridad de la Santa Sede en virtud de la "exención" y la cristiandad se extienda por el centro y sur de Europa.

El Papado de la reforma gregoriana

El Papa Gregorio VII (1073-1085), hombre pacífico, tuvo que enfrentarse con duras rebeliones y actuaciones sin precedentes, y optó por deponer nada menos que al rey Enrique IV y excomulgarlo por la mofa que hizo de sus decisiones de reformar la Iglesia y exoneró a sus vasallos del juramento de fidelidad. Con tal decisión logró el pontífice que los obispos y nobles fieles al rey se volvieran a Roma y no le quedó a Enrique sino solicitar el perdón del Papa, quien se lo otorga en el castillo de Canosa (28-I-1077) no sin la duda papal acerca de su sinceridad, por lo que más adelante el Papa renovará la excomunión a Enrique ante su reincidencia y reconocerá la autoridad de Rodolfo de Suabia.
Las grandes directrices de esta reforma se pueden sintetizar en tres. 1ª. La Libertas Ecclesiae que postulaba la liberación de la Iglesia en todos los niveles del poder secular. 2ª. La centralidad romana que se reservaba las llamadas causae maiores, y los legados papales recorrerían Europa y mediante concilios regionales impondrán la unidad disciplinar y litúrgica desapareciendo así ritos particulares. 3ª. Los Dictatus Papae, un silabario con 27 proposiciones que precisaba el primado del Papa. Algunas ya estaban reconocidas, pero otras eran nuevas [p.e. Tesis 12: el Papa puede deponer emperadores, o la 27: el Papa puede exonerar del juramento de fidelidad a su rey cuando este es injusto] con las consecuentes repercusiones políticas que esto acarreaba.

La "Teocracia pontificia"

Con Inocencio IV (1243-1254) y los aportes de los canonistas pontificios Gil de Roma y Agustín Trionfo se expuso la doctrina de la plenitudo potestatis por la cual el Papa es el único vicarius Christi, título usado por algunos monarcas. Quien poseía la monarquía absoluta era el Papa, en la Iglesia todo dependía de él como cabeza del cuerpo místico, él no recibe ni fuerza ni autoridad de los miembros, sino que es la cabeza la que la infunde sobre los miembros.
Con Bonifacio VIII (1294-1303) y su Bula Unam Sanctam (18-V-1302) se llevaba hasta sus últimas consecuencias la doctrina de Inocencio IV. Advertía Bonifacio al rey de Francia, Felipe el Hermoso (1285-1314), que la autoridad suprema en la tierra es una e indivisa y le corresponde a la Iglesia con el poder de las "dos espadas", la espiritual y la temporal y concluía el pontífice que "toda criatura humana está sometida al Pontífice por necesidad de salvación".

La crisis de la Cristiandad

El enfrentamiento del papado con los emperadores Hohenstaufen a partir de Gregorio IX (1227-1241) concluiría con la irrupción de los franceses en el palacio papal de Agnani (7-IX-1303) y el intento de llevar prisionero a Bonifacio VIII, el cual no se retractó de la excomunión proferida contra Felipe el Hermoso, aunque el duro impacto causado por este intento llevó al papa a la tumba al mes siguiente. Este acontecimiento puso en evidencia la debilidad de las fuerzas armadas del pontificado, pero por otro lado se mostraba la fortaleza moral del mismo.
Se podría decir que se iniciará la Baja Edad Media con el traslado del Papa a Aviñón (1309) con Clemente V (1305-1314) y las nuevas monarquías querrán imponerse a las Iglesias particulares limitando la autoridad papal. De este periodo son Guillermo de Ockham y Marsilio de Padua que con sus doctrinas se opondrán a la autoridad pontificia.
Llegamos así al llamado Cisma de Occidente (1.378-1417) con dos Papas que gobiernan la Iglesia, uno en Roma y otro en Aviñón, pero por lo mismo se da el anhelo de volver a la unidad. Se retoma el capítulo VI del Decreto de Graciano: El Papa no puede ser juzgado por nadie, a no ser que se haya apostatado de la fe. Para algunos el alejarse de Roma constituyó una apostasía. De igual manera se dio la hipótesis del Conciliarismo que quería colocar al Concilio con igual autoridad que el Papa. Mediante el Concilio de Constanza (1.411-1417) y su decreto Haec sancta (6-IV-1415) proclama que su poder provenía directamente de Cristo y se declaró superior al Papa en lo referente a la fe, la reforma de la Iglesia y del cisma.
El 4 de julio de 1415 el papa de Roma, Gregorio XII (1406-1415) abdicó no sin antes haber convocado al concilio de Constanza haciéndolo por tanto legítimo. En octubre de 1417 Constanza da el decreto Frequens que quería institucionalizar la participación sinodal como forma suprema de gobierno para la Iglesia, y el cónclave de la Kaufhaus de Constanza elegía a Otón Colonna como Martín V (1417-1431) dando fin al cisma. Pero se dará un nuevo intento de conciliarismo en el concilio de Basilea, al cual se opondrá Eugenio IV (1431-1447) confirmando el concilio de Constanza "pero sin prejuicio del derecho, de la dignidad y de la preeminencia de la Sede Apostólica": así se puso fin a la crisis conciliarista.

La Edad Moderna

La cesación de las relaciones entre Iglesia y Estado en el siglo XVI no han de verse tanto en la protesta de la reforma cuanto en la nueva idea de la razón de Estado cuyos exponentes querían someter incluso la Iglesia al Estado por llegar a considerarla una parte del mismo.
La doctrina de Lutero de los dos reinos, fundada en el agustinismo, si bien distingue claramente dos funciones o dos regímenes -el temporal (potestas terrena) y el espiritual (potestas ecclesiastica)- termina por establecer las condiciones para que se dé una estrecha vinculación entre Iglesia y Estado, colocando en manos de la autoridad civil el gobierno de la Iglesia en cuanto ejerce autoridad sobre los llamados asuntos externos de la Iglesia, como por ejemplo la provisión de párrocos, la administración de los bienes eclesiásticos, etc. Se verá reforzada por Melanchton y su doctrina de que el Estado tiene la custodia utriusque tabulae. No así Calvino que se aproximaba más a la tradición católica, en este punto propuso la idea de un ideal político teocrático y exigió la vinculación de los poderes estatales a la Iglesia.
Se dio la propuesta de una Iglesia nacional reformada, petición que fue denegada en el edicto de Worms de 1521. Se logrará no obstante, con la paz religiosa de Augsburgo de 1555, que se otorgue cierto reconocimiento a las diversas tendencias religiosas, puesto que se renunciaba a la unidad religiosa.
El concilio de Trento, si bien no restableció la unidad en torno a la Iglesia de Roma, sin embargo trajo consigo una positiva renovación de las instituciones eclesiásticas cuya inmediata consecuencia fue el robustecimiento del pontificado. Pero el prestigio de la Santa Sede sufrió una mengua en el concierto de las naciones, como resultado también de la derrota de los Habsburgos católicos en la cruenta guerra de los treinta años y del nuevo orden político surgido con la paz de Westfalia (1648). La Iglesia empezará a experimentar a partir de ese momento la imposición regalista, o de gravámenes, sobre sus bienes impuestos especialmente por monarcas católicos y por la Francia del siglo XVII convertida en primera potencia europea.
La carta magna del Galicanismo serían los "Cuatro Artículos orgánicos" que Luis XIV quiso imponer, declarando que el Papa tenía autoridad divina en lo espiritual, pero no en lo temporal y que estarían en vigor ciertos artículos conciliaristas que declaraban que la autoridad pontificia debería regularse según las costumbres del reino y la potestad del Papa sería incuestionable únicamente si estaba refrendada por el consentimiento global de la Iglesia.
Con la ilustración se impondrá la visión secularizada del Estado bajo la influencia de la doctrina racionalista del derecho natural, llegando así a una profunda transformación de las relaciones de la Iglesia con el Estado centrando la unidad y plenitud del poder en el Estado mismo y exigiendo por tanto el sometimiento de la Iglesia, puesto que se hace derivar su autoridad de la estatal, y aunque no se identificara sin más la esfera religiosa con la profana, era el Estado el que definía estos límites.

Situación contemporánea

Después de este tortuoso recorrido por estos retazos de historia de los poderes estatal y eclesiástico vemos cómo la competencia de la Iglesia no ha de reposar sobre la autoridad del Estado, puesto que se deriva del Señor Jesús que se la delegó, pero a su vez la del Estado no se deriva de la autoridad eclesiástica sino de Dios (Cfr. Rom. 13, 1ss), y por tanto goza de autonomía para organizar el bienestar temporal de sus ciudadanos en la política. Dicha autonomía además ha de afirmarse con igualdad para la autoridad eclesiástica en lo que concierne a su ámbito sobrenatural.
Es cierto que en algunas materias como en el terreno de la educación, de algunos servicios públicos como la salud y el bienestar social, la defensa de los derechos humanos y de las minorías, etc., se pueden llegar a acuerdos de cooperación entre Iglesia y Estado. De ahí que se hayan dado diversas formas a lo largo de la historia, y más recientemente se hayan logrado perfilar mejor los ámbitos de cooperación de cada una de estas instancias, de modo que manteniendo su autonomía se pueda prestar un adecuado servicio tanto a los fieles como a los ciudadanos que en algunas ocasiones resultan ser las mismas personas.
Por ello la Santa Sede, también como estado Vaticano, haya establecido tratados concordatarios con multitud de naciones o acuerdos de cooperación, haciendo acto de presencia en ocasiones como observadora en organizaciones internacionales y procurando mantener siempre su libertad para expresar la verdad del Evangelio y no incurrir en compromisos de tipo puramente político partidista.
Las lecciones de la historia han sido dolorosas, y valientemente Juan Pablo II en su reciente "purificación de la memoria", con humildad y en nombre de la Iglesia católica ha pedido perdón de los errores cometidos, pero al mismo tiempo ofrece precisamente su experiencia para que la tentación que plantea el poder de cualquier tipo que sea -teocrático, plutocrático, aristocrático, informático, etc.- no lleve de nuevo a los seres humanos a hecatombes recurrentes como nos lo muestra precisamente las confrontaciones contemporáneas donde no está en juego únicamente el trasfondo ideológico político sino el religioso y trascendente.
Fuente: Clerus.org
http://www.iuscanonicum.org/index.php/derecho-eclesiastico/63-relaciones-entre-el-estado-y-la-iglesia/237-relaciones-entre-la-iglesia-y-el-poder-politico-entre-cesaropapismo-y-separacion.html

miércoles, 21 de septiembre de 2011

EL ESTADO VATICANO

SANTIAGO TRICANICO. RENZO PI UGARTE
P.L.c.A.P.-MONTEVIDEO URUGUAY
 

 El Estado Vaticano es uno de lo más pequeños del mundo, pero uno de los más poderosos. Es la sede de las máximas autoridades de la Iglesia Católica y el único Estado monárquico absoluto del mundo. El Papa ejerce allí los tres poderes , Ejecutivo, Legislativo y Judicial. E n 1929, el Papa Pío XII firmó con el régimen fascista de Mussolini por el cual se reconoció al Vaticano . con jurisdicción soberana sobre las 44 hectáreas, cuyo centro es la Basílica de San Pedro. Para vivir allí hay que seguir normas muy estrictas, no se permiten animales domésticos , los visitantes no pueden quedarse a dormir y está vedado tender ropa en los patios. Solo el Papa conserva de por vida la ciudadanía de por vida, el resto junto con los laicos que puedan nacer dentro de sus límites pierden su condición de ciudadanos a los 25 años. La población permanente es de unas 600 personas, mientras que otras 3. 500- llamadas frontalieri ( de zonas aledañas)- entran todos los días por la puerta de Santa Ana para dirigirse  a sus trabajos. La seguridad está garantizada por la Guardia Suiza, cuyos miembros son elegidos entre suizos católicos. Esta guardia recibe entrenamiento en diversas partes del mundo. Solo el Papa puede ser enterrado en el Vaticano y los amplios jardines solo pueden ser utilizados por los altos jerarcas eclesiásticos. Los laicos trabajan en los museos y en la conservación edilicia de sus edificios. El Vaticano tiene invertidas acciones en las siguientes empresas Bankers Trust  Co. Golf Oil, Shell, Fiat, Casino de Montecarlo y Beretta Armamentos entre otras.

Estructura


                                                                       PAPA
                                                      SECRETARIA DE ESTADO
                                                   SUSTITUTO ( Suplente para Asuntos Generales)
                                                  SECRETARIA PARA RELACIONES CON EL ESTADO

NUEVE CONGREGACIONES                                                ONCE CONSEJOS PONTIFICIOS                                                                           TRES TRIBUNALES
                                                                                                     LAICOS
DOCTRINA PARA LA FE                                                          PROMOCION DE LA UNIDAD                                                                                      PENITENCIARÍA APOSTOLICA
IGLESIAS ORIENTALES                                                           PROMOCION DE LA UNIDAD CRISTIANA                                                               SIGNATURA APOSTOLICA     
CULTO DIVINO Y DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS           FAMILIA                                                                                                   ROTA ROMANA
CAUSA DE LOS SANTOS                                                    JUSTICIA Y PAZ
OBISPOS                                                                          CUIDADO PASTORAL DE MIGRANTES Y PERSONAS ITINERANTES
EVANGELIZACION DE LOS PUEBLOS                                     ASISTENCIA PASTORAL
                                                                                       INTERPRETACION DE LOS TEXTOS LEGISLATIVOS  
CLERO                                                                              DIALOGO INTERRELIGIOSO
                                                                                       CULTURA
INSTITUTOS DE VIDA                                                        COMUNICACIONES SOCIALES
CONSAGRADA Y SOCIEDADES DE VIDA APOSTOLICA
EDUCACION CATOLICA                                                                           

                         
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miércoles, 14 de septiembre de 2011

Cuando la religión interfiere en la salud

 PROHIBEN ENTREGAR ANTICONCEPTIVOS Y PRESERVATIVOS EN CENTROS SANITARIOS DE LA RIOJA
Son cinco centros sostenidos por el Estado provincial, pero gestionados por una entidad católica. La condición de no distribuir anticonceptivos fue impuesta por el Obispado local.
 
 Por Mariana Carbajal
En La Rioja, en cinco centros de salud que brindan atención y asistencia a poblaciones de escasos recursos, los médicos tienen prohibido entregar preservativos y anticonceptivos. Se argumenta que es condición que impuso el Obispado local para donar las tierras donde se construyó una de las salas. Se trata de los centros de atención primaria de la salud conocidos como San Pío Pietrelccina. Hay tres en la capital riojana y otros dos en localidades cercanas. Tienen la particularidad de estar administrados por una entidad católica, pero funcionan en la práctica como centros públicos ya que el gobierno riojano les entrega un monto mensual para el pago de sueldos del personal y a la vez los San Pío son referentes locales de los programas sanitarios oficiales –provinciales y nacionales– como los de vacunación, medicamentos y entrega de leche para bebés y niños. Cumplen con todos los planes, con la única excepción de entregar gratuitamente preservativos y anticonceptivos, que se envían a todo el país a través del Plan Remediar desde el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable.
“El tema es grave porque están discriminando a mujeres y varones que se atienden allí porque les corresponde ir ahí por el área geográfica en la que viven. Está mal y vulnera los derechos fundamentalmente de las mujeres”, consideró en diálogo con Página/12 Myriam Toscano, referente en La Rioja del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable.
“Es un convenio firmado hace años por el gobierno provincial y la entidad que los administra. Fueron construidos por una familia que tiene una convicción religiosa muy acentuada”, señaló a este diario Marisel Paredes, secretaria de Salud de la provincia. Según dijo la funcionaria, el gobernador Beder Herrera heredó el acuerdo de la gestión de su antecesor, Angel Mazza. Pero Beder Herrera lo ratificó. Además, fue vicegobernador de Mazza, hasta que asumió en 2007.
Los cinco centros atienden a unas 12.400 personas. Toscano se reunió hace unos días con autoridades de la ONG San Pío Pietrelccina, que encabeza el bioquímico Germán Suárez, para intentar destrabar este punto, pero no lo consiguió.
La denuncia sobre la prohibición de entrega de anticonceptivos y preservativos la hizo el portal de noticias local DataRioja. Algunos vecinos ya expresaron reclamos al gobierno. Un grupo de habitantes del barrio Yacampis, en la capital provincial, envió una nota dirigida al mandatario provincial, donde le piden que no entregue un terreno de la zona a la ONG católica para la construcción de otro centro de salud. Se oponen –aclaran– “porque no se entregan métodos anticonceptivos, por lo que se verían perjudicados las mujeres y adolescentes del barrio”.
Todos los centros San Pío fueron construidos por el empresario riojano Hugo Mercado. Según explicó su esposa, Marta Serio de Mercado, a Página/12, el primer centro fue levantado seis años atrás en el barrio Panamericano de la capital provincial, en tierras donadas por el Obispado riojano. En ese momento, quien era obispo de La Rioja, Fabriciano Sigampa, les hizo firmar un convenio por casi cien años, donde habría quedado asentado que la donación se hacía bajo la condición de que los centros no entregaran anticonceptivos ni asesoramiento sobre los cuidados para evitar un embarazo no deseado, con excepción de los métodos naturales que permite la Iglesia Católica. “El obispo Sigampa nos cedió el terreno con la condición de que no se dieran preservativos ni anticonceptivos”, afirmó Serio. “Mi marido es muy católico. No es que les quitemos atención a las personas que quieren anticonceptivos. Los derivamos a otros centros de salud”, señaló la mujer. Esa situación, sin embargo, genera trastornos ya que muchas veces las personas carecen de recursos o tiempo para movilizarse y obtener los métodos en otro lugar, advirtió Toscano. En ese ir y venir de un lugar a otro, muchas veces se puede producir un embarazo no querido, agregó. “Es cierto, no deja de ser un freno a la accesibilidad. Tendríamos que rever algunas cosas”, concedió la secretaria de Salud provincial al ser consultada por este diario.
La esposa de Mercado aclaró que su familia ya no administra los centros de salud: su gestión está a cargo de la ONG San Pío Pietrelccina. “Dos años pagamos los sueldos del personal nosotros, pero ahora los paga el gobierno, tras firmar un convenio con el gobernador Beder Herrera. La ONG recibe un subsidio de 155 mil pesos por mes. Hay que aclarar que la atención es totalmente gratuita y cada centro está cuidado como si fuera privado, no hay papeles en el suelo, las paredes están pintadas sin manchas”, explicó Serio.

Promesa Privada, Daño Público

El gobernador riojano, Beder Herrera, inauguró en marzo de 2010 el cuarto centro de salud San Pío de Pietrelccina de la provincia, que se abrió en Aimogasta, a 109 kilómetros al norte de la capital: “Que sea un centro primario de salud público, gerenciado por un particular, hace que funcione muy bien, donde la gente es la beneficiada”, destacó Herrera. El beneficio se corta cuando quieren obtener métodos anticonceptivos. Monseñor Sigampa, actual arzobispo de Resistencia, Chaco, estuvo en el acto de inauguración del San Pío de Aimogasta, y bendijo las instalaciones. Poco después, en julio de 2010, se abrió el quinto centro San Pío en Sanagasta, a 20 kilómetros de la capital.
El empresario Hugo Mercado señaló en aquel acto: “Junto a mi familia llevamos a cabo la obra física que después se la donamos al Estado y el gerenciamiento lo hacemos nosotros, contando con el aporte de recursos por parte del gobierno”. La idea del empresario Mercado de construir una red de centros de salud en La Rioja la impulsó luego de sufrir una grave enfermedad, según contó su esposa.

lunes, 22 de agosto de 2011

De eso no se habla. URUGUAY.

De eso no se habla.
Por SANTIAGO TRICANICO – Agosto de 2011
PERIODISTA y ESCRITOR -URUGUAY
(Integrante de Profesionales Latinoamericanos/as contra el Abuso de Poder).
http://www.kaosenlared.net/noticia/179993/uruguay-de-eso-no-se-habla
 
Las jerarquías católicas españolas ante la visita del Papa Benedicto XVI, han demostrado su amplio malestar ante los avances laicistas de esa sociedad. Muchos de ellos deben maldecir que el 23 de febrero de 1981 fracasara el golpe de estado del teniente coronel Tejero, porque de haber triunfado se volvía a la España franquista de la "cruz" y la "espada" y laicidad solo sería una quimera que perseguirían los ateos, marxistas, masones y demás "deudos". Volvemos siempre a las viejas prácticas eclesiales de "demonizar" aquello que permita a la sociedad acceder a las libertades irrestrictas.
También volvemos a decir por no sé  cuantas veces, que la Iglesia esconde y minimiza el tremendo problema del abuso de menores. No estamos ante algo puntual sino ante las consecuencias de sus graves errores estructurales. Encubrir sus delitos es una práctica cotidiana en las diócesis católicas y, como muestra "basta un botón", recordemos en Argentina el caso  del cura salesiano Julio  Grassi, aún libre luego de haberse comprobado los abusos en contra menores y con el total silencio del cardenal Bergoglio y sus Obispos de la "barra brava" eclesial argentina.
La "Santa Madre Iglesia" jamás vinculo el ejercicio de la sexualidad con la felicidad o el bienestar, siempre los ligó y sin razón alguna, al aborto, la prostitución y a las desgracias sociales, salvo que se actué bajo la órbita eclesial desde el matrimonio heterosexual y con la bendición y aprobación de los "ministros" de dios sobre la tierra. O como dirían algunas de mis queridas tías abuelas "tanas" como "dios manda". Con tanto dogma y obligaciones, la Iglesia Católica se olvidó durante cientos de años de modificar el derecho canónico que obliga a perdonar y encubrir los delitos del clero, tal como reza el título de la película "De eso no se habla".
El problema fundamental no reside en que haya curas que abusen de menores, sino que el Derecho Canónico vigente, así como todas las instituciones del Papa y de la Curia del Vaticano, obligan a encubrir esos delitos y a proteger a los curas delincuentes. En consecuencia, los cardenales, obispos, y el propio gobierno vaticano practican con plena conciencia el más vergonzoso de los delitos: el encubrimiento. Desde el punto de vista del Derecho Internacional, las leyes y procedimientos de las autoridades de la Iglesia Católica a este respecto todavía se adjudican un poder, incluso internacional, que busca  salvaguardar los intereses de la institución y sus representantes , manteniéndole al margen de las leyes legítimas y de los procedimientos judiciales de los estados.
La pregunta es: ¿sÍ los obispos y cardenales son los encargados de interpretar y aplicar tales leyes, pero también encontramos casos en los que ellos mismos han abusado de menores y se han protegido mediante  sus mismas leyes, quién y cómo va a controlar al controlador?.
En efecto, se trata de un fuero interno sumamente peligroso para la sociedad,  que no podemos seguir aceptando ni para la Iglesia Católica ni para ninguna institución religiosa. Resulta imperioso revisar el significado de la autoridad religiosa en relación a los delitos que pueden cometer en materia de derechos humanos.
Usar  como  objeto sexual a un menor, ya sea mediante la violencia, el engaño, la astucia o la seducción, supone ante todo y por encima de cualquier opinión un delito. El encubrimiento de los abusos sexuales por parte de la Iglesia Católica, viola los derechos humanos, vulneran la dignidad y los derechos fundamentales de la persona y cuestionan la naturaleza misma de la Iglesia en el mundo y el papel de sus autoridades. Volvemos al título: "De eso no se Habla".

domingo, 21 de agosto de 2011

Pecado de lesa laicidad. ESPAÑA.

Pecado de lesa laicidad.


Por Juan José Tamayo. (*)
Madrid. España.
La visita de Benedicto XVI a España del 18 al 21 de agosto con motivo de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), nueve meses después de la realizada a Santiago de Compostela y  Barcelona, demuestra la importancia estratégica que el Papa concede a España en el conjunto del catolicismo mundial para el desarrollo de su programa de restauración de la cristiandad.
El viaje de noviembre pasado no logró el objetivo previsto, que era la presencia multitudinaria en torno a la figura del Papa como baluarte de un catolicismo beligerante con la modernidad, el laicismo, la progresiva secularización de la sociedad española y el avance de la increencia, sobre todo entre la juventud.
Esta es una Iglesia muy distinta de la que predicó Jesús de Nazaret y de la que impulsó el Vaticano II. Pero el relativo fracaso del viaje anterior, lejos de disuadir al Papa y a los obispos españoles de repetir la experiencia, ha servido de acicate para intensificar los trabajos de propaganda y movilización de todos los sectores católicos para participar en la JMJ, cuya convocatoria no se circunscribe al territorio español, sino que se dirige a todo el orbe cristiano.
El viaje se ha organizado en torno a la idea de la religión como espectáculo, representación teatral, fenómeno de masas y culto a la personalidad del pontífice, sin apenas componente religioso y espiritual, ni horizonte alternativo y transformador, ni dimensión mística y liberadora, que constituyen la verdadera naturaleza de la religión.
Recuerdo a este respecto el relato del primer libro bíblico de los Reyes sobre el profeta Elías. Tras 40 días y 40 noches vagando sin rumbo, el profeta llega al Monte Horeb y entra en una gruta donde pasa la noche. Dios le pide que salga de la cueva y permanezca de pie en la montaña porque va a pasar Él.
Primero vino un viento fuerte e impetuoso, pero Dios no estaba en el viento. Luego pasó un terremoto, pero Dios tampoco estaba en el terremoto. A continuación apareció un fuego, pero Dios no se encontraba en el fuego. Por fin llegó el susurro de una brisa suave, y ahí sí se encontraba Dios (1Re 19,9-14). ¿Se encontrará Dios en los actos de papolatría de la JMJ?
Estamos ante un modelo de Iglesia muy distinto del movimiento igualitario de hombres y mujeres que puso en marcha Jesús de Nazaret y muy alejado de la revolución copernicana del Vaticano II que definió a la Iglesia como misterio, pueblo de Dios y comunidad de fe solidaria con los gozos y esperanzas, tristezas y sufrimientos.
Entre los actos programados figuran todo tipo de celebraciones religiosas: vía crucis, misa en privado en la Nunciatura, confesiones, misas multitudinarias; encuentros con seminaristas, con profesores universitarios jóvenes, con religiosas jóvenes (a quienes se les exige llevar hábito); reuniones con el Rey y el presidente del Gobierno; comida con los cardenales y obispos de Madrid; visita a un centro de discapacitados.
Pero no figuran encuentros, por ejemplo, con los "indignados" del 15-M, con los jóvenes desempleados -alrededor del 44% de la juventud española-, con los inmigrantes, con las mujeres maltratadas, con los desahuciados, con los vecinos de la Cañada Real, con los cristianos y cristianas de base, etcétera.
¡Otra ocasión perdida para compartir las esperanzas y los sufrimientos de los sectores más vulnerables de la sociedad y hacer realidad la opción por los pobres!
La preocupación fundamental de los organizadores se centra en conseguir la asistencia del mayor número de peregrinos venidos de todo el mundo para aclamar al Papa: un millón, millón y medio, dos millones...
En eso va a residir el éxito o el fracaso del viaje. ¿Qué diferencia existe entre estas concentraciones y las de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado en pleno nacionalcatolicismo?
Unas y otras tienen el mismo espíritu y responden a similares objetivos: la reconquista católica de los sectores alejados de la fe y la ocupación confesional del espacio público, por ejemplo, la colocación de más de 200 confesionarios en el parque del Retiro, el vía crucis en la plaza de Cibeles, así como la misa y la vigilia de oración en el aeródromo de Cuatro Vientos.
Hay, con todo, una diferencia no pequeña entre aquellas manifestaciones y las actuales: vivimos en un nuevo escenario cultural, político y religioso; la religión católica tiene que respetar la laicidad del espacio público y vivir en la sociedad secularizada, como dijera Bonhoeffer, "etsi Deus non daretur", como si Dios no existiera, sin las condiciones de plausibilidad que en épocas pasadas prestaban el Estado y sus instituciones al catolicismo, al menos aquí en España durante el franquismo.
Pero al llegar aquí me asalta una duda y me surge un interrogante: ¿en realidad se ha producido ese cambio de era al que me refería antes en el terreno político-religioso en nuestro país?
Yo creo que no, y a los hechos me remito. Las diferentes Administraciones públicas, sean municipales, autonómicas o estatales, se postrarán de hinojos a los pies del Papa, y las instituciones educativas, sanitarias, policiales, culturales, urbanísticas e incluso militares se podrán a su servicio durante los días de la visita. ¿No es esto incurrir en un "pecado de lesa laicidad"? + (PE)
(*) Juan José Tamayo, teólogo, director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid, autor de "Juan Pablo II y Benedicto XVI. Del neoconservadurismo al integrismo", RBA, Barcelona, 2011.
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martes, 16 de agosto de 2011

Las cuentas de la iglesia. ESPAÑA


El 'Anuario de la Laicidad' revela los privilegios del clero
JESÚS BASTANTE MADRID 31/05/2011
Miles de millones en donaciones, subvenciones, impuestos, cesión de terrenos y otros privilegios, sin explicaciones y en mitad de una absoluta opacidad. Así son las cuentas de la Iglesia católica en España, según recoge el Anuario de la Laicidad en España 2011, de la Fundació Ferrer i Guàrdia, que hoy se presenta en el Ateneo de Madrid.
"Es preciso denunciar la falta de transparencia de las instituciones públicas sobre las cifras", apunta el estudio, que denuncia cómo no existe ningún documento que acredite, a nivel global, la suma total que se embolsa la Iglesia de las arcas públicas, y ni siquiera en ámbitos como la educación; el gasto en hospitales; el sueldo de curas castrenses o las ayudas a su patrimonio histórico-artístico. Nadie sabe, a ciencia cierta, cuánto dinero recibe la Iglesia del Estado, bajo qué conceptos, y mucho menos en qué lo gasta.
La Iglesia recibe del Estado más de 7.000 millones de euros, según el informe
Pese a ello, y tras más de 18 meses de trabajo, el estudio sostiene que, al menos, el conjunto de la financiación directa del Estado a la Iglesia católica asciende a más de 7.000 millones de euros, "a lo que habría que sumar las exenciones de impuestos de los que gozan ella y sus donantes". Así como la financiación de otros "grandes eventos", como la Jornada Mundial de la Juventud de agosto con una aportación pública de más de 50 millones de euros, o las recientes visitas del papa a Barcelona y Santiago. Estas cifras no están muy alejadas de las planteadas por Europa Laica, que cifraba en más de 10.000 millones de euros la financiación estatal a la Iglesia, y en las antípodas de lo expresado por la Conferencia Episcopal, cuyos responsables aseguran que la Iglesia "ahorra miles de millones al Estado" con su labor social y asistencial.

Separación Iglesia-Estado

Por otro lado, según los responsables del estudio, en el que han colaborado expertos de primera talla, algunos católicos practicantes, como el sociólogo Javier Elzo o el teólogo Evaristo Villar, "la separación efectiva entre el Estado y la Iglesia católica" sigue siendo, 30 años después de la llegada de la democracia, "una de las asignaturas pendientes de la Transición española". "Cuando hablamos de laicidad señala el informe hay que tener muy presente que, entre otras cosas, estamos cuestionando privilegios y prebendas que la Iglesia católica ha conseguido mantener desde el régimen franquista". "Se trata prosigue de intereses políticos y económicos tan poderosos que dificultan enormemente poder hablar de ello desde una posición reflexiva y a menudo unas posiciones radicalizan las demás y el entendimiento se hace prácticamente imposible".
Tres de cada cuatro españoles creen que el clero tiene excesiva influencia
Y eso que tres de cada cuatro españoles, según el estudio, creen que la Iglesia católica tiene demasiada influencia en las decisiones políticas, sociales y de igualdad que se toman en España, y achacan este omnímodo poder a una "legislación obsoleta" que tiene en la Constitución y en los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979 (pero negociados antes del texto constitucional) los anclajes de los ingentes privilegios con los que cuenta la institución eclesiástica.
Y eso por no hablar de su influencia: "Hoy la Iglesia mantiene intacta gran parte de su influencia política, económica y mediática en la sociedad española y la utiliza a través de su Conferencia Episcopal tanto como puede para intentar determinar la moral pública y la legislación del país", constata el Anuario.

Crispación y radicalización

Según sus autores, esta influencia lleva a la "crispación y radicalización de sectores ultraconservadores y nacional-católicos integristas" ante leyes como la ampliación del aborto, la Memoria Histórica, el matrimonio homosexual o la reforma educativa, llegando incluso a pedir la excomunión de los políticos que votaran a favor, lo que denota un "clericalismo excesivo" que el Estado laico tendría que acotar de alguna manera.
También se critica con virulencia "la asistencia de las autoridades civiles a los actos religiosos", que, según el documento, "es totalmente contraria al principio de neutralidad del Estado". 
El camino del activismo laico
Moral y vida pública
El informe destaca que el activismo laico en España se presenta como "una oportunidad de gran alianza para la emancipación" del todavía persistente nacionalcatolicismo. Así, indica que las organizaciones de defensa de derechos sociales "no conseguirán sus objetivos si las religiones mantienen su capacidad de imponer su moral privada como ética pública". La Fundación Ferrer i Guàrdia insta a un "trabajo compartido" entre las ONG para "fraguar alianzas" en pos del Estado laico.